En casa somos playeros de primavera... hemos pasado unos días al lado del mar, disfrutando ya del sol (hubo suerte) pero sin padecer a los bañistas de pelota y bocadillo. Tienen todo el derecho a su pelota y a su bocadillo, pero a mí me gusta el mar y sentarme a escuchar su música y ver como va cambiando con el día. Cuando me siento estresada o con ganas de escapar, vuelo con el pensamiento a una playa solitaria, no creo que haya lugar más sereno ni más hermoso. Las olas se llevan cualquier mal rollo y te traen todas las posibilidades: puedes imaginar cualquier historia porque el mar es misterio y aventura, da miedo y atrae. Por no hablar de tumbarse al sol, cual lagarta o foca (escoja cada una su opción), feliz sobre la arena caliente. El único inconveniente es que en primavera la temperatura del agua es de las que despiertan de golpe, pero no hay que resistirse a ese cristal líquido y salado... dicen que fue nuestra cuna, debe venir de ahí la nostalgia.
Que envidia!!! me ecanta la playa..bueno la naturaleza en general pero es que la playa......
ResponderEliminarvi tu comentario y si yo como aqui no consigo la albahaca la sustiyo pr el orégano besos
Subí un comentario, pero no lo veo... TE LO REPITO, TE DECÍA QUE SE NOTA QUE ERES AMIGA DE LA naturaleza, Y QUE NO ME EXTRAÑA QUE TE BAUTIZARAN CON EL NOMBRE
ResponderEliminarMAR I SOL
PETUNETS GUAPA
Merana