CRÓNICA DE UNA TARDE

¡Queridos blogueros, que tarde tan agradable he pasado! Con tres jovencitas de la tercera edad. Sí, he dicho jovencitas y he dicho de la tercera edad y las dos cosas son ciertas. Cuando llegué al punto de reunión me encantó verlas tan arregladitas, tan coquetas. Pero cuando empezamos a hablar sólo podía ver sus ojos, tan llenos de vida y de fuerza… os aseguro que mucha gente joven no transmite eso. Son ojos sabios, que han visto mucho y lo saben todo, pero a la vez son limpios, porque quieren seguir viéndolo todo con ilusión. Y no es que hayan tenido una vida fácil, les han tocado tiempos muy duros y momentos de mucho dolor, pero ellas están hechas de material noble y las dificultades no han hecho más que pulir y dar brillo a sus almas, ese brillo que se nota en sus ojos. Tampoco creais que, dada la edad, se ha hablado de achaques, penas y soledades, no,no.no. La tarde ha transcurrido punteada de anécdotas y sonrisas. Menuda terna de lujo. Voy a deciros quienes son: mi querida prima María, mi querida prima Leo (la entrañable Merana de la red) y su hermana, una delicia de mujer. Con ellas se hace auténtico ese slogan de “la edad de oro”.