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DEBERÍAMOS VIVIR MIRÁNDOLO TODO COMO SI LO ESTUVIÉSEMOS CONTEMPLANDO POR PRIMERA VEZ O POR ÚLTIMA

lunes, 25 de enero de 2010

EL "LIMPIA"


Paseando hace unos días por la Ronda Universidad, en Barcelona, ví a un limpiabotas que había montado su “negocio” en medio de la acera. Me chocó porque desde niña no había vuelto a ver ninguno. Antes era muy habitual , por ejemplo en las Ramblas, verlos con su sillón para el cliente, el reposapiés y la gran caja con cremas y trapos. El cliente se sentaba con su periódico, o bien de palique, y el “limpia” le dejaba los zapatos como espejos y de paso comentaba todo lo divino y lo humano. Todo un ritual. Ahora… ¿qué pasa? Supongo que la era de las vambas ha acabado con la profesión... o quizá se considera ¿degradante? el agacharse a los pies de uno a lustrarle los zapatos. No sé. Pero a veces, sentada en el metro o en el tren, algunos calzados que veo me estremecen… y me hacen desear que vuelva la profesión. Los zapatos si pudieran también reclamarían los servicios de ese colectivo, pues jamás han olido siquiera una dosis de betún. Por cierto, al limpia de la foto no hizo falta pedirle permiso para fotografiarle porque cuando vio la cámara, POSÓ directamente. De profesión de pobres a icono para guiris…

3 comentarios:

  1. Ningún trabajo es para mi degradante y menos si se gana con ello para matenerse vivo... creo que la degradación ha estado y está en esa gente opulenta que ha hecho paracer este honrrado trabajo no servicial sinó servilista que es distinto.. Lo que me llama la atención es que el personaje parece ya, algo mayor para ese trabajo cuando tantos joven se estan tocando ls pelotas..Mas trabajo para nuestros jovenes y por supuesto correctamente pagado por que si nó se cosumbrarán a la ayuda por desempleo que para estar tirado en la cama o en el parque les sale mas beneficioso que trabajar.
    Un toque de orejas a ZP.. El limpia.. me parece un buen trabajo digno que la dignidad está en la persona y.... Maisol muy bien pr acercarnos a estas cosasya tan perdidas beso

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  2. Muy bien Marisol, por recordarnos los LIMPIAS, que tan serviciales se arrodillaban a sacarles brillo con tanta amabilidad, como muchos trabajadores como peluqueros, o dependientes... muy amables, algunos, porque hay dependient@s que parece que tienes que agradacerles que se dirijan a ti para preguntarte que quieres...hay de todo, y haces bien en refrescarnos la memoria.
    Besitos , petunets

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  3. Es verdad, la sociedad consumista y envidiosa que nos han creado nos hace ver a las personas por lo que tiene y no por lo que son. Los de mi edad empezábamos de aprendices y ninguna tarea era degradante: servía para aprender y para llevar dinero a casa, lo que nos hacía sentir orgullosos. Menos "caridades" y más oportunidades para nuestros jóvenes, y sobre todo, hacerles sentir que es bueno ser útiles y autosuficientes, que los que viven del cuento no son "listos" sino sinvergüenzas.

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