Estaba hojeando una revista “femenina” (¿)… con artículos sobre como organizar las fiestas, bla, bla, bla… Según los extraterrestres (en caso de ser terrícolas, dotados de muy mala leche) firmantes de dichos artículos, la mujer, que se da por sentado trabaja fuera (independiente, liberada, bla, bla, bla), debe además llevar a los niños a mil eventos, cocinar interminables menús tipo Ferrán Adriá, llenar la casa de adornos navideños (manufacturados por ella misma en su mayoría), montar una mesa navideña digna del Palacio de la Zarzuela, vestirse de punta en blanco y maquillarse ídem para la ocasión… ADEMÁS de todo esto, debe conseguirlo con un mínimo de dinero (consejos idiotas como recorrerse todas las tiendas del mundo comparando precios, o reciclando comidas en complicadísimos platos), y no haber engordado ni un gramo de Navidad a Reyes. Y, para rematar, consejos para ser una buena amante… ¿habrá probado el autor a ser buen amante cuando después de una jornada agotadora está una hecha unos zorros?

YO he sido “mamá de las que trabajan” como decía mi hijo, lo cual no era demasiado corriente en mi época, bastante machista. Quise tener vida profesional y no me arrepiento, pero también tuve que cumplir mi rol “femenino”. He cumplido con mi jornada de 8 horas, más 2 empleadas en transporte. En mi tiempo “libre” he sido madre-esposa-cuidadora geriátrica-enfermera-sicóloga-cocinera-chica para todo-mujer de la limpieza-modista y además he ido a la peluquería y he intentado vestir bien. Y casi me reviento. Me recuerdo en movimiento o durmiendo directamente.

Creo que las mujeres no necesitan ideas navideñas, sino que mentalicen a todos, que las nuevas generaciones que han visto a sus madres despelujadas intentando llegar a todo, sean conscientes de que los hombres tiene que COMPARTIR (no ayudar) el trabajo de la casa. Yo hice mi parte: mi hijo se fue de casa sabiendo cocinar y llevar una casa, lo cual me agradece profundamente su pareja.