Seguidores

DEBERÍAMOS VIVIR MIRÁNDOLO TODO COMO SI LO ESTUVIÉSEMOS CONTEMPLANDO POR PRIMERA VEZ O POR ÚLTIMA

martes, 25 de enero de 2011

JUEVES LITERARIOS- esta semana a partir de esta imagen


LA LOCA QUE SE REIA



Mañana domingo era el día de las elecciones. La gente llenaba las calles del centro soportando el frio aire de diciembre que esperaba traidor en las esquinas, pero con la excitación propia de las vísperas de algo importante. Además, la navidad estaba cerca y los escaparates intentaban atraer la atención de los futuros clientes.
Pero ella se sentía sola y extraña en medio del ajetreo. En realidad siempre se había sentido sola desde que llegó a esa ciudad, entre la esperanza y el miedo, dejando atrás su país. Su pobre país esquilmado por gobiernos corruptos, indefenso y sin derechos. Allí quedaba su madre y sus dos pequeñas, tres mujeres cuya única oportunidad estaba en sus manos. Por eso emigró, y con el billete se esfumaron los pocos ahorros que dejó su marido.
Aun recordaba el día de su llegada, medio mareada tras el largo viaje en avión. No sabía qué emoción la dominaba más, si el miedo o la fascinación que le producía aquella ciudad enorme, llena de todo lo que se pudiera desear (y pagar), con gente que paseaba segura de sí misma, con mujeres tan bien vestidas y maquilladas…. a ellas seguro que el marido no las mandaba. Las monjas se encargaron de alojarla y de buscarle trabajo. Cuidó ancianos, inválidos, niños, limpió casas y ayudó en un puesto del mercado. Trabajos temporales, duros y mal pagados. Pero ella era feliz cuando mandaba el giro a su madre… y la carta mintiéndole acerca de su vida en la gran ciudad. ¿Cómo iba a decirle que compartía un cuartito con tres mujeres, que trabajaba como una mula y que era el último paria? Pero ella era feliz porque mandaba ese dinero, y agradecía el poder hacerlo.
Hasta hacía unos meses, en que el trabajo empezó a escasear, a bajar el precio de sus horas… la crisis, decían. Ahora ya apenas sacaba para sus gastos y sólo conseguía mandar algo a costa de privarse de casi todo.
Deambulaba por las calles para no sentirse sola con su desesperación, sin conseguirlo. Distraída, miró los carteles electorales, las caras que la habían bombardeado las últimas semanas desde periódicos y televisores, prometiendo a tontas y a locas lo que todos sabían que no iban a cumplir. Eso le sonaba, ya lo había vivido. De pronto se paró en seco: había tenido una revelación. Ella no había ido del tercer mundo al primero, ella había ido de un extremo a otro del péndulo, y en esos carteles había la inercia necesaria para que el péndulo volviera a girar. Miró a los transeúntes como si no los hubiera visto nunca y les vio tan engreídos, tan ilusos, que le dio risa. Una carcajada, otra y otra más, hasta saltársele las lagrimas y perder el aliento.
Una mujer cargada de paquetes pasó por su lado y la miró sorprendida un instante .Oyó que le decía a su marido:
-¡Menuda loca!


Verán más historias en el blog de Gustavo http://callejamorán.com/

16 comentarios:

  1. Trite historia y muy deprimente porque es la realidad de la emigración es bastante cruel.Y la has descrito muy bien
    Un beso

    ResponderEliminar
  2. Vaya Marisol ENHORABUENA y BIEN VENIDA AL GRUPO.
    Me ha encantado tu relato. Es una preciosidad...
    Nos has metido en un ambiente, que a todos los que tenemos algunos años nos viene a la memoria...
    Tiempos duros... nada nuevo bajo el sol...
    Tiempos que se repiten, en cada rincón del mundo...
    Gente que deja a su gente, para ganar el sustento de esa gente que deja...
    ¡Que paradojas!
    Se repite la historia, una y otra vez.
    Un besito grande, querida amiga.
    Espero leerte más semanas.

    ResponderEliminar
  3. Gracias a las dos !! Luna, ya ves que te he hecho caso... y estoy encantada

    ResponderEliminar
  4. Madre mia!!! estás que te sales amiga que bien relatas.... y que historia tan real que creo que mas de uno hemos vivido... y los muchachos del barrio la llamaban loca... pero fué por amor.. fantasstico!!! beso

    ResponderEliminar
  5. Tini, me alegro de que te guste, la verdad es que me lo estoy pasando muy bien ... y me hace trabajar el magin ya que no puedo usar los pies !! Besos

    ResponderEliminar
  6. Tal vez Marisol, tal vez no seguro, que los locos son los que la miraban sorprendidos. Todo va mecido por ese pendulo, pasamos de una historia a otra pensando que es diferente pero esos fondos son tan parecidos.
    Me ha gustado visitarte, leerte y comenzar a conocerte.
    Besos.

    ResponderEliminar
  7. Todos somos, de alguna manera inmigrantes o lo fuímos o lo fueron nuestros padres o abuelos, falta de memoria, diría ante esta indiferencia que contagia y ve lo "distinto" como amenaza, como bicho raro.
    El péndulo de un reloj que marca la hora que convienen a unos pocos, señalo arriba.
    Buen relato desde el punto de vista de la desesperación lejos de casa, con reacción explosiva, visceral, justa.

    BIENVENIDA AL GRUPO JUEVERO, Marisol, otra que vive en Barna, magnífico reportaje del interior de la Sagrada Família, a pesar de las colas conseguiste entrar, tengo que imitarte pronto.
    Un blog nítido con notas visuales que reconozco, felicitaciones.
    Nos vamos conociendo, te sigo y te animo a participar siempre. Petons molts.

    ResponderEliminar
  8. Hola Marisol, bienvenida (me parece estar hablando en un grupo de autoayuda, jajaj)
    Me ha encantado tu relato, viviendo en esto que llaman tercer mundo, sobre todo.La ironía está al alcance de todos los que habitamos este planeta y en todas partes encontramos la vida miserable que nos toca y la mala suerte que la apadrina. Es difícil estar en el lugar y momento indicado y por supuesto llevarlo con dignidad cuando no es así...Que los otros se rían... nada nos asegura donde estaremos mañana.
    Muy bueno, me has conmovido.
    un fuerte abrazo juevero

    ResponderEliminar
  9. Guau, muy bueno! Rayos Marisol, estás contando algo que se vve cada día anuestro lado, me sugiere tantas personas que tienen derechos y carecen de ellos, por ejemplo, pueden votar, pero carecen de vivienda digna.
    Marisol, bienvenida a los jueves, te seguiré leyendo.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  10. La verdad es que la crisis nos iguala a todos, los de aquí y los de allá, aunque algunos se crean más que otros.
    Un saludo y bienvenida

    ResponderEliminar
  11. Bueno Marisol, te dije esta mañana en mi blog que fueras poniéndome un café que en un ratillo me pasaba por aquí y supongo que...se habrá quedado frio porque mira que horas.
    Me ha encantado leerte, has descrito una situación por desgracia de lo que podríamos llamar cotidiano, lo difícil que le resulta aquí la vida a un inmigrante cuando debiéramos pensar que somos un país de emigrantes. Ella explota en su soledad, lejos de su familia, llena de privaciones para poder enviar a su país lo poco que gana, compartiendo un cuartito con otras tres ¿y la loca es ella? Nadie es más que nadie pero hay quien se lo cree. Tu visión de la foto, de esa persona sola en una calle repleta de gente, me parece muy acertada. Espero que quedes enganchada a los jueves, llegará un momento en el que ya no puedas desengancharte y si tienes que faltar sabrás también lo que es sentir el "mono juevero" Un besito Linda y bienvenida.

    ResponderEliminar
  12. Buenos días juevera, porque ya formas parte de nuestras vidas. me alegro de compartir tu lugar y te emplazo a mi Lugar de encuentro para que pasemos un ratito de charla.
    me ha gustado mucho lo que la foto ha deparado en tu inspiración, un hecho tanreal como doloroso en el que nos vemos inmersos en el día a dia, y lo que mas me ha gustado ha sido la frase final. A todo el que no es, no piensa o no actua como nos gusta o como nosotros pensamos qué hacer le llemamos "loco" y eso e sduro hasta para los que los son y con los que trato a diario.
    Me gusta tu blog.
    Un beso

    ResponderEliminar
  13. Por cierto, eres una valiente. No se si sería capaz de montar en globo jajajja

    ResponderEliminar
  14. Triste realidad que se repite muy a menudo. ¿desesperada? ¡SI! ¿loca? ¡NO! A esa que la llama loca la ponía yo en el pellejo de "la loca" por un instante. Veremos si aguantaba.
    Un bseo

    ResponderEliminar
  15. hola, marisol, bienvenida.
    podría irme por el tema de la inmigración. podría irme por el tema de la política, por el tema de la ciudad..pero me quedo en esta ocasión con esta imagen que se ha conformado en mi cabeza: ella, la inmigrante, qué curioso, es capaz de ver a todos los transeúntes y estos puede que no, casi seguro que no...de hecho, los transeúntes entre ellos no se ven...¿acaso, me preguto yo,la hambre nos proporciona esa capacidad de poder más allá de donde ven los saciados y los que ni se dan cuenta de lo que tiene?
    besos, marisol.

    ResponderEliminar
  16. Aunque ya casi es domingo, voy leyendo y disfrutando de tu relato de jueves.
    Precioso.
    Bienvenida y gracias por dejarnos tu ventanita de letras abierta

    ResponderEliminar